Ruta de Alcocer

Sendero Local Z 2 / SL-Z2

Ruta apropiada para hacerla a pie/senderismoTipo circularDistancia 12,5KmTiempo algo más de 3 horas

Plano

Perfil

Descripción de la ruta

El sendero comienza en Ateca, en el arco de San Miguel (589 m). Muy cerca hallamos la señal de inicio en la confluencia con el camino que proviene de Moros, PR-Z 95, que discurre de frente, mientras que el SL-Z 2 se dirige hacia la derecha. Tras atravesar el puente sobre el Manubles, se toma una rotonda también a la derecha para continuar recto por una pista que discurre por el lecho del barranco Valhondo. Los almendros salpican las laderas.

En la primera bifurcación debe seguirse el camino de la izquierda. Después de pasar por una caseta a nuestra derecha, se alcanza un collado (777 m; 2,3 km 45 min) al que arropa un pinar y desde el que se contemplan vistas de las sierras de Armantes y Vicor. Se obvia el siguiente desvío a la izquierda, continuando en dirección S por la divisoria, para culminar el techo del sendero (789 m), que se desciende junto a cerezos. Más adelante, hallaremos la conexión con una pista a la derecha, que desechamos y, poco más allá, una bifurcación. Optamos por la rama izquierda.

Por una zona de cultivos se alcanza el barranco de la Alhóndiga (596 m), para avanzar posteriormente por el fondo de la rambla, bajo un escarpe de arcilla. Después describimos un brusco giro, que marca la conexión con el Camino del Cid, coincidente en este tramo con el sendero. Se prosigue la marcha hasta observar un importante cruce sobre una cárcava; en él elegiremos la opción más a la izquierda. Casi inmediatamente aparece indicado el desvío (633 km; 8 km; 2 h) de Alcocer a 100 m, toponimia que se vincula al Cantar de Mío Cid, lugar donde hallamos la Mora Encantada, un resalte arcilloso de curiosa morfología. En este cruce se abandona la pista y se sigue, de frente por camino, bordeando la cabecera de un barranco erosionado.

Tras salvar una acequia, se llega a la carretera N-II (606 m; 8,3 km; 2 h 10 min). Al otro lado de la misma, todavía en la misma trayectoria que la ruta cidiana, bajamos hacia la vega del Jalón. Después de atravesar otra acequia, se continúa de frente en el siguiente cruce, se pasan luego las vías del tren para optar por la opción derecha en el siguiente cruce sobre una nueva acequia. Volvemos a superarla mientras avanzamos entre frutales, junto al Jalón. En una curva del río nos detendremos en un soto, con predominio de chopos y sauces, para hallar después una bifurcación señalizada del Sendero Local. Proseguimos por la izquierda, bordeando un campo de cultivo.

Nos aproximamos luego a las vías del ferrrocarril, que se salvan después de pasar la estación y torre María, hasta desembocar en la N-II a la altura de la cooperativa. Se sigue por el asfalto, dejando a la derecha la ermita de San Blas. Obviaremos la conexión con la A-2, a nuestra izquierda, hasta llegar junto al puente del Manubles, donde encontramos un panel de señalización y el final del trayecto (606 m; 12,4 km; 3 h), próximo al lugar de inicio.

La única dificultad se encuentra al poco de comenzar el recorrido que hay que salvar un desnivel de unos 240 m pero la panorámica es magnífica, por un lado la vega del río Manubles con la visión del casco urbano de Ateca, y por el otro la dehesa y sierra de Armantes.

Panorámica de Ateca

Dehesa y sierra de Armantes

Tras unos 8 km de ruta llegamos al paraje de las Cárcamas, una gran cárcava en la que el agua y el viento ha esculpido el terreno y donde se encuentra la Mora Encantada, farallón arcilloso que domina la vega del río Jalón y que sirvió de torreón para el poblado de Alcocer, aldehuela que en el siglo XI fue sitiada y tomada por el Cid en su ruta de destierro camino de Valencia; hecho que merece 309 versos en el Poema de Mio Cid.

Las Cárcamas

La Mora Encantada

Una bella ruta por la que, dependiendo de la época, podremos observar gran variedad de plantas e insectos.

En esta ruta podrás encontrar la siguiente Flora

En esta ruta podrás encontrar la siguiente Fauna